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29.10.10

Para presidir España hay que ser un "hijo de"

De manera divertida, y siguiendo el artículo de hace dos días, Pau me hace ver que quizás podemos llamar los dos últimos presidentes socialistas españoles Don Travesía y Don Xumeca (Felipe y Zapatero). ¿Pero entonces como podríamos llamar el presidente Aznar? Bueno, ya lo bautizaron: Ansar, pronunciado tal como Answer.

En todo caso, si pensamos en los nombres de los presidentes españoles, hay un dato significativo. Uno de los sonidos más singulares del castellano es la 'z' interdental fricativa sorda, y en períodos democráticos, para ser presidente, hay que tener dos 'z', como podéis comprobar a continuación:

Adolfo Suárez González
Leopoldo Calvo-Sotelo Bustelo 
Felipe Gonzalez Márquez 
José María Aznar Lopez 
José Luis Rodríguez Zapatero

Por cierto que si vamos atrás (sólo en períodos democráticos) encontramos:
Niceto Alcalá-Zamora y Torres
Manuel Azaña Díaz

En todo caso, si hay una marca de identidad en los apellidos de los presidentes del actual período democrático es que todos tienen apellidos que significan "hijo de". Como es sabido, los apellidos castellanos acabados en "-ez" significan "hijo de" ... En estos casos, de Gonzalo, de Marco, de Rodrigo ... Claro, no cuesta mucho entender que Calvo-Sotelo fuera un presidente anómalo: llegó en malos momentos y desapareció rápido. No tenía lo que había que tener (z) y no era un hijo del que debía ser (-ez).

Según esta lógica, Rajoy no podría ser presidente (Mariano Rajoy Brey). Pero quizá hay otra clave oculta. La otra sonido singular del castellano, junto a la 'z', es la 'j'. Y quizá ya se ha empezado a producir un cambio en continuidad:

Jose María Aznar López
Jose Luis Rodríguez Zapatero
Mariano Rajoy Brey

Pero cuidado porque esta 'j' de Rajoy la pronuncian velar, a la castellana, pero de hecho es palatal, como una jota catalana, porque es un apellido gallego. Por lo tanto, Rajoy podría ser un presidente anómalo, como Calvo-Sotelo y ser Mariano el Breve. Todo según la ciencia de los sonidos.

¿Y qué pasa con los presidentes de Catalunya? En catalán son muy propios los sonidos palatales (ll, ny, x, j. ..). Para ser presidente hay que tener una sonoridad palatal, como podemos observar a continuación:
122º Francesc Macià i Llussà 1931-1933 
123º Lluís Companys i Jover 1933-1940
124º Josep Irla i Bosch 1940-1954
125º Josep Tarradellas i Joan 1954-1980
126º Jordi Pujol i Soley 1980-2003 (atención porque Soley es Solell mal escrito)
127º Pascual Maragall i Mira 2003-2006
128º José Montilla i Aguilera

Según esta lógica, Artur Mas i Gavarró no podría aspirar a ser presidente, si bien cabe decir que esta regla sólo se ha cumplido en el siglo XX (y lo que llevamos de XXI). No necesariamente en todos los anteriores 121 presidentes. Y qué pasa con los otros candidatos? Por orden de palatalitat:

Joan Puigcercós i Boixassa
Alicia Sánchez-Camacho Pérez
Joan Herrera i Torres
Joan Laporta i Estruch
Joan Carretero i Grau
Albert Rivera Díaz

Pero también es cierto que, aparte de la proximidad que los sonidos palatales nos generan los catalanes, nuestros apellidos tienen una semántica diferente a los castellanos. Hablábamos de ello en el apunte López vs Ferrer. Ver està cita que reproducíamos:
Es curioso hacer resaltar que los apellidos de Castilla terminan en «ez»: Ibáñez, González, Rodríguez ...: hijos de Juan, hijos de Gonzalo, hijos de Rodrigo. Los apellidos catalanes son toponímicos, son nombres relacionados mayoritariamente con la toponimia del país, pues encontraréis: Riu, Munt, Pont, Bosc, Camp, etc. Mientras que los castellanos no tienen raíces en la tierra y por ellos sólo es la familia que cuenta, sí que los catalanes del interior son un pueblo de campesinos profundamente arraigados en el país, y es por eso que el apellido toma el nombre de un accidente geográfico de la «masía» (casa de campo) de esta familia. O bien los apellidos catalanes son nombres de oficio: Ferrer, Fuster, Oller, Mercader, etc., es decir, los oficios de la familia.
Así, quizá para ser presidente de Catalunya hay que tener un apellido con estos elementos, regla que se cumple en Llussà, Jover, Bosch, Tarradellas, Pujol, Soley, Maragall, Montilla, Aguilera. También en Mas.

Ya lo sabéis, pues: estos son condicionantes para presidir una Cataluña palatal (o toponímica) y presidir una España interdental (quizás tirando a velar).

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