12.1.11

Derivados a la deriva


Como los recursos se canalizan hacia otras partes, los proyectos están empantanados, tenemos un torrente de problemas y los marrones nos caen en cascada. Debemos derivar los usuarios y los gestores nos sentimos mareados del todo!

Si os fijáis en este texto veréis que está cargado de palabras que tienen que ver con el agua: mar, río, pantano, canal, torrente y cascada.
 Las usamos con un nuevo sentido, ya completamente desligado del agua. Las concebimos como procesos. En todo caso nos es fácil de darnos cuenta de la procedencia léxica de la palabra en casi todos los casos.Puede que alguien no haya dado cuenta de que 
marearse viene de mar. Pero lo que la mayoría de gente desconoce es que río también nos ha dejado un derivado. Ya imagináis qué, ¿verdad?

Siempre me ha parecido curioso que en muchos programas de atención a personas se utilice el concepto de "derivar" un caso. El significado es claro: desviar una actuación o una intervención de una sección o de un establecimiento determinados a otro, particularmente para lograr una asistencia compartida del usuario.

Pero más que curioso es premonitorio porque muchos casos derivados quedan a la deriva... es decir, que la administración pierde el hilo y que el usuario pierde la paciencia y la esperanza.

Derivar proviene (¡es decir, deriva!) del latín derivare (desviar un curso de agua), derivado de rivus (arroyo).

Derivar es uno de estas palabras que les decimos sin tener la conciencia de cuál es el significado etimológico. No notamos que haya la raíz de río allá en medio. Ayuda el hecho de que la 'r' es suave a diferencia de la 'r' de río. Pero resulta que si hiciéramos la 'r' fuerte aún resultaría más difícil de percibir ya que entonces diríamos derribar !

derivar ya no quiere decir lo que quería decir etimológicamente. Ahora derivar un río lo llamamos modificar el trazado del cauce ...

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