30.5.14

“Se le ha ido la olla”



“Se le ha ido la olla”
Font: Emitologías
 
se me ha ido la ollaEl origen de esta expresión nos lleva a la Francia de mediados del siglo XVIII, concretamente al año 1739, cuando Luisa Isabel de Francia, hija de Luis XV, preparó su fiesta de despedida de la corte francesa para dirigirse a España para vivir con su esposo, el infante Felipe, hijo de Felipe V. El cocinero elegido para la ocasión fue Jean-Luc Sagnol, que había forjado su fama en Marsella en los años anteriores. Cuentan que Sagnol prometió a Luis XV la mejor sopa de ostra y bogavante que un monarca francés hubiera probado hasta entonces. El día de la ceremonia se había extendido la voz sobre el plato que estaba preparando Sagnol y la expectación era altísima. Llegado el momento del primer plato, Sagnol anunció la sopa con un discurso grandilocuente, donde exaltaba todas las virtudes de una receta en la que había trabajado catorce años. Después se produjo un hecho que nunca nadie ha sabido explicar. Cuando Sagnol volvió a la cocina para poner la sopa en los platos, la olla donde se hallaba había desaparecido. Parece que se trató de algún tipo de complot de los pinches, a los que Sagnol había tratado con especial dureza en aquellos días, pero lo cierto es que nunca se pudo demostrar y que la olla jamás apareció, ni siquiera vacía. Con su carrera completamente arruinada por este hecho, Sagnol entró en un estado de enajenación mental, salió al salón y acercándose al rey le dijo riendo: “Majestad, se me ha ido la olla“. Luis XV, sintiéndose engañado y burlado por la risa del cocinero, montó en cólera y lo mandó arrestar. Mientras los guardias se lo llevaban fuera del palacio Sagnol no dejaba de gritar de manera histérica “se me ha ido la olla, se me ha ido la olla“. La historia se propagó rápidamente por Francia y desde entonces la expresión “irse la olla” se asocia a personas que han enloquecido o que hacen cosas sin sentido.

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